
El cloaking es una técnica de SEO Black Hat que consiste en mostrar un contenido diferente a los motores de búsqueda y a los usuarios que visitan una página web. En otras palabras, Google ve una cosa, y los visitantes humanos ven otra. Esta práctica intenta engañar a los motores de búsqueda para mejorar la posición en los resultados, aunque no cumpla con las expectativas del usuario.
El cloaking utiliza métodos como detectar la IP del visitante o el User-Agent (una especie de identificación del navegador) para decidir qué versión del contenido mostrar. Cuando un bot de Google accede a la página, se le muestra un contenido optimizado con palabras clave, enlaces y estructura adecuada. Sin embargo, los usuarios humanos pueden ver una versión completamente distinta, que no tiene nada que ver con lo que los motores de búsqueda indexan.
La principal razón por la que se emplea el cloaking es para manipular los rankings en los motores de búsqueda. Al mostrarle a Google un contenido más «amigable» o relevante, se intenta escalar posiciones y atraer más tráfico, aunque el contenido real que ven los usuarios no esté optimizado o incluso no sea relevante.
El uso del cloaking va en contra de las directrices de Google y otros motores de búsqueda. Si detectan que una web está usando esta técnica, pueden imponer sanciones graves, como la pérdida de posiciones en los resultados de búsqueda o la exclusión total del índice de Google, lo que significa que la web dejará de aparecer en los resultados.
Evita utilizar cloaking en tu estrategia SEO. En lugar de buscar atajos que pueden traer consecuencias negativas a largo plazo, es mejor centrarse en crear contenido de calidad que sea relevante tanto para los motores de búsqueda como para los usuarios. Las técnicas Black Hat pueden parecer tentadoras, pero siempre hay un riesgo elevado de penalización.
Fuente: SemRush
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